De Turista

los diseños buscan tener una forma de vestimenta no genérica tomando una estructura lineal geométrica del vestuario, ocupando técnicas textiles como el tejido en ganchillo, la serigrafía artesanal, el teñido textil, la mezcla de telas nuevas y usadas, entre otras. De esta forma, se obtiene un resultado de prendas únicas y exclusivas con uso libre, además de instaurar un perfil en el mercado sobre un consumidor consciente. La colección está dirigida a sujetos que no se rigen por los estándares de belleza ni de género.

El propósito es hacer que las personas se sientan cómodas y bonitas utilizando atuendos

que contienen un valor creativo y autónomo. Debemos tener presente que  somos personalidades habitando un cuerpo, viviendo en una época donde se aprecia el ser auténtico, verse de forma distintiva, vestirse confortable de acuerdo a un sentir y ser fiel a su persona. Junto a esto, buscar también eliminar los prejuicios de una imagen impuesta por estándares sociales.

La colección se conforma por prendas de la colección anterior a la que se le suman corsé tamaño medio de estilo flexible con varillas, petos tejidos con mangas agregadas y ajustables en espalda y brazos, t.shirt over construida con piezas de telas, pantalones cortos y holgados con bolillos visibles,  poleron o sudadera de largo estándar con capucha, capa  cropped con capucha hecha de piezas de denim y gabardinas y pecheras con cuello de tortuga tejidas en ganchillo.

Esta colección se muestra a través de una exposición en formato de pasarela, tras un año de crear la marca, con un mensaje crítico hacia  la cultura del consumo instantáneo, el uso y abuso de comprar ropa e indumentaria en el retail, juzgar  la  producción masiva y repetitiva. La llamada es a reducir este tipo de prácticas y tomar conciencia del proceso de empleo que hay detrás de cada producto que obtenemos, igualmente de la explotación medioambiental y laboral que crea la industria. Vestirse es así mismo un acto político.