Curiosamente, la colección nació mientras trabajaba en cerámica gres, un oficio que practiqué en la enseñanza básica y retomé muchos años después. Construí piezas como joyeros, tazas, ensaladeras, colgantes y más. Con un formato muy experimental, comenzó a tomar forma la primera colección de mi sello, denominada MENTIRA. Como inspiración, me apropié del concepto "recuerdos de un verano trendy", reminiscencias de unas vacaciones ideales que solo se muestran en revistas y publicidad de época estival.

Para esta colección, los colores son los protagonistas, vivaces y en combinaciones energéticas, manifestándose a través de telas y tejidos. En un principio, el esqueleto de la colección se conformó por pantalones cortos de tiro alto para mayor comodidad y adaptable a diferentes cuerpos, tops  cropped sin mangas tejidos a ganchillo y aros colgantes de cerámica. Luego se agregaron polerones holgados, de largo a la cadera con capucha y bolsillo canguro, bucket hats tejidos  y tote bags como accesorios.

Las técnicas textiles utilizadas incluyen el teñido con anilinas sobre tela reciclada de algodón, tejidos a ganchillo con hilos y lanas de origen nacional, bordados de letras en máquina recta y desechos textiles, figurando entre medio de láminas de PVC y cerámica gres moldeada a mano con engarce de hilo de plata 950.

Esta colección la realicé a modo de prueba y ensayo. Por esta razón, la ropa no cuenta con una estructura definida; cada prenda se construyó de manera única con diferentes terminaciones y acabados. Este fenómeno, de alguna forma, le otorga un aspecto y un valor mucho más especial a cada prenda confeccionada.

Durante el proceso creativo y elaboración de productos, nunca tuve presente si estas prendas serían usadas por hombres o mujeres. Por el contrario, siempre visualizaba a "personas" como usuarios reales y apunté hacia esta idea de forma casi inconsciente, lo que dio como resultado una marca de ropa e indumentaria sin género.